La vecina de 4ºB

12 mayo 2015

Matías tiene un empleo bastante anodino para sus expectativas. Como todo niño, nació queriendo ser astronauta, creció queriendo ser futbolista y se coronó siendo economista. Pero la crisis le ha azotado a él también y ahora trabaja conduciendo esos autobuses que llevan a los pasajeros desde la terminal hasta el avión. Es un trabajo cómodo, tranquilo, bastante estable y, lo que es mejor, solitario. No se enreda en cuestiones como rutas, dinero, pasajeros molestos o tráfico. Pero, para qué negarlo, a veces se aburre bastante y le da por pensar, y entonces siempre vuelve a lo mismo: su vecina del 4ºB.

Debe tener 10 años más que él, pero jamás ha visto a una mujer tan sexy, ni siquiera en revistas o películas. Le obsesiona un poco. Bueno, un poco no, muchísimo. Y desde hace años. Pero más le obsesiona no poder encontrar el momento para lanzarse. Le da vueltas y más vueltas a la posibilidad de encontrarse con ella en el ascensor y quedarse encerrados, de meterse un día en su casa con la excusa de arreglarle un grifo, de poder hablar con ella sobre una caña en el bar mientras los niños remolonean con los últimos goles. Pero nunca encuentra el momento adecuado.

Lleva así desde que se mudaron a esa casa hará ya ocho años; al principio solo pensaba lo buena que estaba, pero cada día iba mirándola unos segundos más hasta que se dio cuenta de que ahora la miraba incluso dormido. Esta obsesión que le hace querer tender la ropa con la esperanza de que se asome ella también, que le hace bajar la basura con la esperanza de que la baje ella también, que le hace asistir a las reuniones de vecinos con la esperanza de que aparezca ella también, que le hace bajar a por las cartas con la esperanza de que baje ella también, que le hace ir al supermercado con la esperanza de que vaya ella también, que le hace ser el marido perfecto, el único que ayuda con las tareas del hogar sin rechistar, el que consigue que cada día su mujer lo quiera más y más por ser tan generoso y responsable, esa obsesión, y solo esa, es la que le llevó a chocar con otro autobús en plena pista por distraerse mirándola a ella, a su vecina del 4ºB, dentro de su autobús rumbo a un avión.

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