Mis 101 motivos por los que merece la pena vivir

Siguiendo el ejemplo de mi amigo Miky, os ofrezco una lista muy personal de esas cosas que echaré de menos cuando muera:

  1. Los cereales con chocolate.
  2. Dormir sin despertador.
  3. El cielo de Madrid.
  4. Las palmas de las manos de la Mich.
  5. Las caras de la gente al no entender por qué tú y yo nos reímos tanto de una tontería.
  6. El crujido de la nieve virgen al pisarla.
  7. El primer baño del verano.
  8. Cuando te das cuenta de que dentro de poco va a besarte.
  9. El momento en que apunto en la agenda los detalles de un viaje que voy a hacer.
  10. Los últimos días de junio.
  11. Las barbas.
  12. Cuando mi madre me reserva la corteza del queso Parmigiano.
  13. Ese momento en que las musas te visitan.
  14. Cantar a voz en grito cuando conduzco de noche.
  15. La certeza de que las ciudades tienen alma.
  16. Las llamadas por teléfono de Sole para no decirnos nada importante.
  17. Cuando Nati dice “¡Pues al final no hemos hecho tanta cola!” después de un día en la Warner.
  18. Los mwailos.
  19. El momento en que la Mich me pide que le cante algo.
  20. Los restaurantes que ponen aperitivo sin pedirlo.
  21. Cuando ves a un padre jugando con su hijo como si tuviese su edad.
  22. La comida de avión.
  23. La gente que no dice “retrasado” para insultar.
  24. Cuando escampa.
  25. El olor tan característico de Campaspero, tierra de lechazo, vino y gente alegre.
  26. Ese momento en que dices algo exactamente al mismo tiempo que otra persona.
  27. Haber nacido en la época en que hay aviones.
  28. Internet.
  29. Los perros muy mansos.
  30. Cuando te dicen “tenemos que quedar” y luego te llaman para quedar.
  31. Los free tours en las ciudades.
  32. Los bufetes de desayuno de los hoteles.
  33. La lombarda en Navidad.
  34. El agua muy fría.
  35. Los letti saltanti.
  36. El “¿Se pueeeedeeee?” de mamá cuando volvía a casa.
  37. Ir a playas nudistas.
  38. Ordenar las fotos tras un viaje.
  39. La canción de “Moooovirécord” del cine.
  40. El momento en el que se apagan las luces antes de un musical.
  41. Los cuatro o cinco segundos previos a la caída de la Lanzadera.
  42. Los calamares del Cabraliego.
  43. Cuando Nati dice que moriría ahogada en la lasaña de mamá.
  44. Los ojos oscurísimos.
  45. El arte en todas sus formas.
  46. La sensación tras aprobar un examen.
  47. Cuando se me ocurre una nueva canción irritante sobre la Mich.
  48. Dormir haciendo la cuchara.
  49. La magia de los grifos.
  50. “Que lo veamos felices desde hoy en un año”.
  51. La stracciatella.
  52. Los paseos Caste.
  53. Cuando un extranjero te dice que le encanta España.
  54. Las interminables tardes de Reyes jugando al Trivial con la familia.
  55. Madrilear.
  56. Las tapas cutres sin las cuales tomarse algo no es lo mismo.
  57. La sensación de relax tras reír mucho.
  58. Que haya gente capaz de crear música.
  59. Volver a la niñez con solo leer: “Non accettate i falsi, esigete sempre e solo videocassette originali Walt Disney Home Video”.
  60. Volver a casa a las 4 de la mañana tras haber paseado toda la noche.
  61. Las visitas cuando vives fuera.
  62. Que a algún genio se le ocurriese hacer una cama.
  63. Que exista una ciudad como Venecia.
  64. Los hostales cutres que incluyen desayuno.
  65. El invierno, de Vivaldi.
  66. El concepto de «las fiestas de mi pueblo».
  67. Cuando Nati me dice a finales de cada agosto que le encanta septiembre porque vuelven las series, cierra la piscina y empieza el programa de Carlos Herrera.
  68. Los whatsapps solemnes de la Mich.
  69. El acento de Roma.
  70. Que te publiquen algo.
  71. La gente a la que le gusta vivir.
  72. Emborracharse de vez en cuando.
  73. Acordarme de lo que he soñado.
  74. El día previo a tu cumpleaños.
  75. Los bares donde se puede jugar a juegos de mesa.
  76. Los “halaaa” al desenvolver ciertos regalos de Navidad.
  77. La primera vez que mantienes una conversación en otro idioma.
  78. Cuando la Mich dice “tuaje” en vez de “tatuaje”.
  79. La medicina.
  80. Chueca.
  81. D’you wanna tea, matha?” en la publicidad de las series.
  82. Las fachadas de las casas de Madrid.
  83. Lo dócil que estás cuando nos quedamos solas en casa.
  84. Que te compongan una canción y te pinten un retrato con las manos.
  85. Caminar sottobraccio.
  86. Cuando el chico que te gusta no fuma y encima odia el fútbol.
  87. Engancharte a un blog y no poder soltarlo hasta haber leído todas sus entradas.
  88. Las estrellas cuando es noche cerrada en el campo.
  89. La gente espontánea.
  90. Leer en los aviones cuando el viaje dura toda la noche.
  91. Entrar en una espiral de insultos con mi amigon a cada cual más ingenioso.
  92. Domenico Modugno.
  93. Planear los detalles de la fiesta que montaré el día en que haya visitado el último de los países.
  94. Las risas que son tan de verdad que resultan feas.
  95. Comer nata montada directamente del bote.
  96. Jugar al Pozo.
  97. Cuando te das cuenta de que la persona que te caía un poco mal en realidad es maja.
  98. El “¡Espera, espera, que son los cuartos!” de cada Noche Vieja.
  99. Los sábados.
  100. Cuando descubro una nueva canción con la que emocionarme.
  101. 001

2 comentarios en “Mis 101 motivos por los que merece la pena vivir

    1. alelerele Autor

      ¡Muchas gracias, Fernando! Una enamorada hasta la médula, sí :)
      Es un post muy personal y entiendo que habrá cosas que solo entenderán aquellas personas a las que van dirigidas, pero es mi pequeño homenaje para ellos.
      ¡Gracias por pasarte!

      Le gusta a 1 persona

      Responder

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